¡Bienvenidos a mi blog! Espero que os guste

lunes, 21 de julio de 2014

''Los privilegiados de la 5''

Pues oye, que al final no eran tan tan frikis..

Eran gente casi normal, como tú o como yo. Dos ojos, dos piernas, una nariz... También son deportistas, simpáticos y agradables, les gusta hacerse selfies (toma puyita),... pero con la capacidad de hacerte sonreír gratuitamente. Con la capacidad de dar todo por ti, cuando tú todavía no has dado nada por ellos.

Supongo que igual os estáis planteando... "¿Y este de que **** habla ahora?"

Situémonos en el domingo pasado, día 13 de julio de 2014, fecha inolvidable.
Ese día comenzaba una aventura nueva. Me esperaba un viaje de 8 horas en autobús destino Badajoz para participar en el programa ''Campus Científicos 2014" fomentado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Esperaba encontrarme con 3 monitores relativamente simpáticos, con unos 25-30 compañeros algo raritos, con una residencia universitaria como casa y con un agradable proyecto matemático llamado ''Jugar para ganar''. Cuanto engañan las apariencias...

Podría hablaros de lo bien que me lo he pasado en el proyecto y lo mucho que he aprendido, o de lo mucho que me han fascinado la belleza y el clima de Badajoz, pero no son esos los temas de hoy (si alguien tiene dudas, puede preguntarme sin problemas). Hoy quería agradecer su trabajo a todos los que hacen posible esta experiencia (incluyendo a profesores y directivos) y hablaros de los casi 100 que hemos vivido allí esta semana. Bueno, nos quedamos con 31 hermanos si quitamos a nuestras amigas las cucarachas.

Tras una semana de risas, lloros y demás emociones, llegamos al principio de esta entrada. No sé si agradecerle al destino o al azar, el habernos juntado a todos en ese campus. Porque ahora estamos cada uno repartido en un rinconcito de España. Como el día 12 a estas horas. Quizás, en la habitación leyendo este texto. O en el patio tomando el sol, o en la calle con los amigos... Pero, por muy lejos que estemos, todos tendremos esta experiencia en común. Y para todos vosotros, tengo un rincón reservado, uno en mi cabeza, y otro en mi casa... perdón, desde este domingo, es también vuestra casa.


"...cuando quiera yo salir a buscarte, cuando miras a la luna y no está, cuando lleguen los humanos a Marte..."  


He aquí un extracto de la canción que mas asocio con esta semana inolvidable. Que sí, que sólo son 7 días, pero se puede llegar a coger bastante cariño a alguien. Espero volver a veros antes de que los humanos lleguen a Marte...

Sinceramente, no puedo resumir lo mucho que me llevo de esta experiencia. A veces leo vuestras dedicatorias y siento que faltan las palabras, que, sin saber cómo o cuándo, me he tragado una pelota de tenis. Rectifico, una pelota no, la raqueta entera. Intentando explicar este extraño sentimiento, me encuentro pensando en un mapa de España, con una chincheta en cada ciudad en la que dejo un hermano. Algún día tendré que hacer un tour por Bilbao y Navarra, Madrid, Valencia y Murcia, Extremadura (con mención especial a Almendralejo) y, obviamente, Andalucíapara hacer MORIR ese emotivo viaje en la bonita Córdoba.

Porque por mucha distancia que haya, "se nota a kilómetros a los que se quieren a centímetros". 

Que, entre otras muchas cosas, habéis conseguido que esta semana se me haya pasado como si hubieran sido dos días. Estaré eternamente agradecido, seguiremos en contacto (si queréis por Skype...), no os voy a olvidar. Y aunque termine esta entrada diciendo adiós, quiero que sepáis que en el fondo no es un adiós, es un hasta otra.
Os quiero, cabrones. #BFF

Gracias por esta semana: Alba, Alberto, Almudena la que siempre la lia, Andrea (morena), Andrea (la de Arroyo de la Luz), Bea (monitora), Mini-Bea, BeaJerez, Encarni, Eva, la vasca Itxaso, Iván, Jorge (el de la barba), mi marido Juanan, Laura, Lorena, Lorenzo er cordobé, Marta, Mari Tere 1, Nerea la contorsionista, Paco, Pedro er capullo de Jerez, Ramón, Raquel, Sylvia, Tania, Mari Tere 2 y Virginia.

PD: referente a Canadá, este mesecillo (perdón por tardar tanto en escribir) ha sido muy movidito. Ya tengo familia y ya me he puesto en contacto con ellos. ¡Cuando este inspirado os relato cómo es!

jueves, 17 de abril de 2014

"Y que hago aquí, mirando al cielo."

Y entonces te das cuenta de que tu nombre está en la lista. Una llamada, un mensaje, un abrazo o una sonrisa. Todo vale para enterarte de que estás ahí, camuflado entre los otros 99, como intentando no llamar la atención y que las miradas pasen de largo. Como si tu vida no acabara de cambiar.

Minutos después, aún con la piel de gallina,empiezas a sentir un enorme peso sobre tus hombros. No es la presión por los resultados, que se fue hace un rato. Tampoco es que tu cabeza haya engordado de repente, creo. Es el peso de las numerosas capas de abrigo que sabes que te va a tocar llevar. Porque sí, te vas a Canadá, al otro lado del charco. Ve asimilándolo, porque es verdad. Diez meses rodeado de osos dispuestos a devorarte al primer paso en falso a 6000 kilómetros de tu hogar, donde tus huesos no se puedan recuperar fácilmente. Un curso académico sin tu familia (la española, la de sangre), sin tus amigos de toda la vida, fuera de tu entorno... Un año, a primeras, duro.

A veces me siento como si llevara unos meses con una venda negra en los ojos, dando pasos sin saber a donde voy, sin saber si unos metros más adelante se encuentra un precipicio o el paraíso. Pero no lo pienso, quizás esta sensación de hacer lo que crees correcto, sin meditarlo, sea lo que a los adultos y demás entendidos les gusta llamar "vivir". Quizás haya sido uno de estos pasos el que me haya conducido a crear este blog. Puede ser que lo acabe abandonando en el rincón más oscuro de mi taquilla (sí, al fin tendré una taquilla donde guardar los libros que se me caerán al chocarme con la jefa de las animadoras del instituto o con la presidenta del club de ajedrez), pero puede que, mientras tanto, ayude a algún alumno confuso y perdido de generaciones posteriores, a alguien como yo.

A simple vista, uno puede pensar que Canadá y España son muy diferentes. Y... por lo que nos cuentan Mercedes, Alf, Héctor, Tito y compañía (becados de la primera edición que nos han aguantado tanto que se tienen ganado el cielo, pero ya hablare de ellos otro día) lo son. Pero se que hay, al menos, una cosa en común. De ahí el nombre de esta entrada. Todavía me queda el consuelo de saber que podré mirar el frío e inspirador cielo canadiense y veré lo mismo que "mi gente" aquí. Las estrellas, al menos, son las mismas. El firmamento como enlace entre mis dos vidas.

Para terminar la primera entrada de este diario, quería dar las gracias a mucha gente, pero en concreto, a los demás becados que he conocido. Gente maravillosa que no duda en sacarte una sonrisa cuando ves todo gris. ¡Y eso que ni te conocen en persona! Dedicaré una entrada (o muchas) de agradecimiento más adelante, pero no quería concluir por hoy sin, al menos, mencionaros (lo confieso, me han amenazado de muerte si no decía algo de ellos en mi blog).

PD: plagiando un poco a Tomás (su GENIAL blog se encuentra a la izquierda), el título de esta entrada coincide con una frase que da nombre a una canción de Huecco. Es la típica canción preciosa que se escucha el último día de cada campamento de verano, cuando se intercambian miles de abrazos bañados en lágrimas. Es una canción que me encanta y a la vez, la odio. La asocio con despedidas y no puedo evitar emocionarme. Dicho esto, espero que os haya gustado. Gracias por leerme, ¡os ánimo a comentar! Atentamente, Carlos Gandiaga.